Neurociencia, inteligencia artificial y psicología cognitiva, son términos que resuenan cada vez más fuerte entre los diferentes profesionales vinculados a los fenómenos humanos. Hablamos de la “Ciencia Cognitiva”, un área de investigación interdisciplinaria para el estudio de la mente que cobra cada vez más importancia e interesados en el mundo y al cual Chile ha aportado por lo demás con destacados investigadores. Así, sin pretender ser exhaustivos, destacamos sobre todo a Francisco Varela, quien a través de sus líneas de investigación denominadas como “Enactivismo” y posteriormente “Neurofenomenología”, contribuyó enormemente al desarrollo de lo que hoy se conoce como Enfoques Corporalizados de la mente[1]. Por otra parte, resultan también destacables entre otros, el trabajo de Fernando Flores en colaboración con Winograd[2], y más recientemente la investigación del psicólogo Rafael Nuñez en la Universidad de California.
No obstante lo anterior, este campo de conocimientos resulta todavía algo desconocido en nuestro país. Más aún, las mallas curriculares de la mayoría de nuestras escuelas de psicología exhiben generalmente una escasa presencia de los conocimientos y disciplinas vinculadas a la Ciencia Cognitiva. Dentro de la formación de los futuros psicólogos, no existe una reflexión sistemática referida al entendimiento de lo que la mente es. La presentación de teorías y conceptos se realiza todavía desde un punto de vista preferentemente histórico e ideológico, razón por la cual, aún cuando los psicólogos trabajamos todos los días con los fenómenos mentales, no siempre contamos con una reflexión acabada y actualizada sobre lo que la mente es.
El siguiente artículo revisa algunas de las teorías y conceptos desarrollados por este campo interdisciplinar que pudieran ser más relevantes en el sentido anteriormente expuesto. El espíritu de la presentación se centra en entregar aquellos “tips” o “links” que faciliten al lector una indagación con mayor detalle de forma independiente. Lejos de pretender ser ésta una revisión acabada, constituye tan sólo una introducción resumida de algunos aspectos esenciales de este campo de estudio.
El Estudio de la Mente
¿Qué es la mente? ¿Existe realmente algo así como la mente? Cuando nos referimos a la existencia de la mente, parece ser que no estamos haciendo referencia a una ontología similar a la de una mesa, por ejemplo. ¿Cómo es entonces su existencia? ¿Podemos decir que existe algo si no estamos aludiendo a una existencia física? ¿Cómo podría ser una existencia de otro tipo? Estas y otras preguntas relacionadas, nos llevan hasta un problema que ha ocupado gran parte de la actividad de la filosofía durante varios cientos de años y que hace aproximadamente 4 décadas, intenta responder la Ciencia Cognitiva, rescatando la mente del terreno místico y acercando su comprensión al ámbito de la explicación científica. Contrariamente a lo que los psicólogos pudiésemos pensar, esta pregunta dejó de ser hace algunos años, territorio de investigación exclusivo de la psicología, abriendo sus puertas a una serie de disciplinas que colaboran en el marco de lo que hoy se define como Ciencia Cognitiva
¿Qué es la ciencia cognitiva?
La Ciencia Cognitiva es un campo interdisciplinario constituido por la antropología cognitiva, la inteligencia artificial, la filosofía de la mente, la psicolinguística, la neurociencia y la psicología cognitiva entre otras disciplinas (Gardner 1988). Se trata de un esfuerzo por abordar desde diferentes enfoques, un fenómeno tan complejo como lo son los estados mentales. Probablemente de todas las ciencias implicadas en este intento, ha sido la inteligencia artificial aquella disciplina que mayor influencia tuvo en el surgimiento y el desarrollo de la Ciencia Cognitiva. Lo anterior, obedeció a la necesidad de generar modelos de comprensión de los fenómenos mentales que cumplieran como requisito básico con la condición de implementabilidad física. Es decir, en la esencia de la Ciencia Cognitiva (al menos en sus orígenes), se encuentra la idea de que para comprender lo qué la mente es, debemos contar con sistemas de modelamiento físico de ella que nos permitan estudiarla desde un punto de vista no exclusivamente teórico. Esta es tal vez, la diferencia más radical que este nuevo enfoque ofreció respecto de los intentos llevados a cabo con anterioridad por la filosofía y la psicología.
¿Cuáles son los enfoques existentes en Ciencia Cognitiva?
El Cognitivismo
El desarrollo de la teoría de la computación (Turing y von Neumann entre otros) y posteriormente el surgimiento de los computadores como entidades concretas, constituyó un paso central para el desarrollo de la Ciencia Cognitiva. Los computadores dieron pie a la construcción de una analogía “casi perfecta” para entender la relación cuerpo mente. Mediante este avance tecnológico, la relación cerebro mente fue entendida como un símil de la relación hardware software y la ciencia tuvo de este modo, una idea general y creíble respecto de cómo podían vincularse ambos tipos de sustancias descritas confusamente por Descartes (res extensa y res cogitans). Esta analogía, ofreció por primera vez una idea de la mente que fuese compatible con el mundo material. Los fenómenos mentales fueron redefinidos como actitudes proposicionales, y la cognición pasó a ser entendida como computación sobre representaciones simbólicas; representaciones que adquieren realidad física mediante la forma de un código simbólico en el cerebro o en una máquina. La Teoría Representacional de la Mente (TRM) es un paso clave en este desarrollo, puesto que retoma el valor explicativo de los estados mentales (creencias, deseos, etc.), pero lo hace desde un punto de vista radicalmente distinto a aquel que se encuentra presente en las teorías introspeccionistas previas, constituyéndose como una nueva teoría acerca de los estados mentales que no resulta incoherente con los requisitos establecidos para el tipo de explicación considerada científica.
La maniobra anterior, se encuentra en el corazón del que ha sido por muchos años el enfoque de investigación dominante en ciencia cognitiva: el enfoque cognitivista[3]. Sin embargo y como era esperable que sucediera, no tardaron muchos años en aparecer importantes críticas y avances sobre estos planteamientos, (según veremos a continuación), los cuales dieron origen a nuevos enfoques de comprensión de la mente dentro de la Ciencia Cognitiva. No obstante lo anterior, según Clarck (2001), el cognitivismo sigue siendo el paradigma central para la comprensión de la cognición y la mente. Desde este punto de vista, el resto de las ideas y teorías existentes no constituirían tanto nuevas teorías opuestas a un modelo cognitivista dominante, sino más bien aportes complementarios desde distintos ámbitos a lo que sigue siendo el modelo y proyecto rector de investigación en Ciencia Cognitiva. Así, el cognitivismo, descrito someramente en los párrafos anteriores, ha permitido grandes avances en el camino de profundizar en la comprensión de la mente, entre los cuáles se cuentan según Rivière (1995):
· El haber proporcionado un enorme cantidad de conocimientos sobre la mente y su estructura
· El haber permitido un progreso en la investigación a un ritmo apreciable a pesar (o gracias a) su neutralidad biológica e independencia de las descripciones subjetivas de lo mental
· El haber entregado un sentido concreto a la idea de la mente como conjunto de capacidades con interdependencias funcionales relativamente bien definidas
· El haber demostrado que es una ciencia objetiva de lo mental
· El haber sido mucho más precisos, explicativos y respetuosos con la complejidad de lo mental que los enfoques psicológicos anteriores.
Todas estas ventajas, permitieron que el enfoque cognitivista computacional se consolidase como el paradigma oficial en Ciencia Cognitiva, sin embargo, a pesar de todo lo anterior, quedaron lógicamente algunos problemas sin resolver los cuales dieron pie al surgimiento de importantes cuestionamientos provenientes desde distintos frentes disciplinarios. Desde la Filosofía de la Mente[4] por ejemplo, provino la que puede ser considerada la mayor crítica al modelo computacional como paradigma de comprensión de los estados mentales. John Searle[5] y su crítica conocida como la “habitación china”, sentó las bases para una serie de cuestionamientos en torno a lo que el llamó Inteligencia Artificial Fuerte (la idea de cognición como computación sobre representaciones simbólicas exclusivamente). El argumento demostró por la vía lógica que la sintaxis por si sola, no tiene sentido si no es considerada dentro de un contexto de contenidos semánticos. De esta forma, en la cognición humana, a diferencia de los computadores, habría algo más que símbolos y reglas para su manipulación, característica que Searle refiere como la semanticidad de los estados mentales. Por otra parte, desde la misma Inteligencia Artificial, los investigadores dieron hace algunos años, un giro en su definición de lo que consideraban como las actividades más representativas de la cognición humana. De esta forma, el problema a resolver por la robótica y la inteligencia artificial, pasó de ser el diseño de máquinas capaces de jugar ajedrez o resolver complejos problemas matemáticos, a la construcción de máquinas que emulen la inteligencia de un bebé o un insecto, sistemas que logran moverse adaptativamente en un mar de estímulos caóticos[6]. Finalmente, desde las neurociencias, se dio pie al cuestionamiento de la cognición como computación puesto que al avanzar las técnicas de observación del cerebro en funcionamiento, los científicos comenzaron a tomar consciencia de la falta de robustez biológica de los modelos computacionales de la mente. La constatación del cerebro puesto en acción se parece más a una red de conexiones que funcionan en paralelo y no tanto a un sistema computacional algorítmico y lineal. Así, para autores como Rivière (1995), el enfoque cognitivista sólo resultaba fecundo si se entendía como una metáfora de lo que en verdad ocurre con la mente, ya que su interpretación literal resultaba poco inteligible e inconsistente con los conocimientos aportados por la biología. De esta forma, con el paso de los años fueron surgiendo nuevos modelos y enfoque para comprender la mente, que tuvieron consideración las falencias del cognitivismo, según se resume a continuación.
El enfoque Conexionista.
Se desarrolla en parte a través de una re-valorización de las críticas a la visión de la lógica como el enfoque dominante para la comprensión de la mente. Este resurgimiento ocurre hacia finales de la década de los 70, a partir de los descubrimientos de las ideas auto-organizativas en física y matemática no lineal.
El conexionismo, también llamado emergencia, demostró a partir del estudio del cerebro, que la clave de la cognición no se encontraba en descripciones simbólicas abstractas, sino que en componentes no inteligentes (neuronas) que apropiadamente interconectadas dan origen a propiedades globales. El funcionamiento de varios elementos correlacionados (red) posibilita así la emergencia de una cooperación global, y en este sistema no se requiere por tanto, una unidad procesadora central que guíe toda la operación. Es interesante constatar que los avances en este sentido no provienen únicamente desde las neurociencias, sino que tienen su contrapartida en los sistemas computacionales conocidos como redes neuronales artificiales[7]
El Enfoque Enactivo
Para Varela (2000), el enfoque enactivo surge de un cuestionamiento de la noción de representación como el pivote central de la cognición. La cognición desde este punto de vista, no consiste en representar un mundo pre dado, sino más bien en plantear las cuestiones relevantes que van surgiendo en cada momento de nuestra vida. Lo relevante es definido por “sentido común” en base a consideraciones de un contexto, cuestiones que no son pre definidas, sino que enactuadas. Las cuestiones relevantes se hacen emerger desde un trasfondo, entendiendo por ello al fenómeno de la interpretación al que se refieren Martín Heidegger, Maurice Merleau Ponty y Michel Focault, como una crítica al modelo de representación. La interpretación hace referencia a la actividad circular que eslabona la acción y el conocimiento, al conocedor y al conocido en un círculo indisociable. El término enacción enfatiza de esta forma la actuación por sobre la representación. Para el enfoque enactivo, no puede haber mente desencarnada. La mente surgiría evolutivamente a través de un proceso que involucra de manera fundamental la manipulación sensorio – motriz. Para reflexionar sobre este problema, Varela, introduce el concepto de “clausura operativa”. Un sistema que tiene clausura operativa, es un sistema en el cuál los resultados de sus procesos, son esos procesos mismos. De acuerdo a esta idea, los procesos, en su propia operación, se vuelven sobre sí mismos para formar redes autónomas. De este modo, estos sistemas, en vez de representar un mundo independiente, enactúan un mundo como dominio de distinciones que es inseparable de la estructura encarnada por el sistema cognitivo.
Hemos revisado así, algunos conceptos y enfoques que forman parte de este amplio mundo conocido como Ciencia Cognitiva. La revisión, como era de esperar, resulta sesgada y ha dejado muchísimos temas y posturas que desde otro punto de vista pudieran ser relevantes. Por esta razón, invitamos a los lectores interesados a continuar la exploración por cuenta propia. En Chile existen algunos centros y personas dedicados a la investigación en Ciencia Cognitiva que pueden servir de puerta de entrada a los diferentes temas y autores pertenecientes a este campo de investigación. Entre estos podemos citar:
http://www.estudioscognitivos.uchile.cl/
http://www2.udec.cl/gruposdinv/disciplinas/humanidades/03.F2.10/index.htm
http://neuro.udp.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=18&Itemid=60
http://www.psiquiatriauc.cl/francisco_aboitiz
http://mindbriefings.blogspot.com/
http://cognitivachile.blogspot.com/
Por otra parte, en el mundo existen numerosos centros dedicados a la investigación en Ciencia Cognitiva, de los cuales sugerimos visitar en línea:
http://web.mit.edu/bcs/http://assc.caltech.edu/index.htm
Referencias
[1] Ver Varela, F.; Thompson, E.; y Rorsch, E. (1992). De cuerpo presente. Las ciencias cognitivas y la experiencia humana. Barcelona, Editorial Gedisa
[2] Ver Winograd, T.; Flores, F.; Sirís, J. (1989) Hacia una comprensión de la informática y la cognición. Ed. Hispano Europea.
[3] Con algunos matices diferenciales, este enfoque es conocido también como representacionalismo, computacionalismo simbólico y/o funcionalismo computacional.
[4] Para una revisión de posturas en filosofía de la mente ver http://cogprints.org/view/subjects/phil-mind.html
[5] Para mayores detalles puede revisarse la página de Searle: http://ist-socrates.berkeley.edu/~jsearle/
[6] Para un ejemplo de la investigación y el desarrollo tecnológico desde este punto de vista ver: http://es.youtube.com/watch?v=bCK64zsZNNs&mode=related&search=
[7] Ver por ejemplo: http://es.wikipedia.org/wiki/Redes_neuronales
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